Habiendo recaudado dinero empeñando Brandeburgo a su primo Jobst, margrave de Moravia (1388), estuvo involucrado durante los siguientes nueve años en una lucha incesante por la posesión de este trono inestable.El poder central finalmente se debilitó hasta tal punto que solo la alianza de Segismundo con la poderosa Liga Czillei-Garai pudo asegurar su posición en el trono.No fue por razones totalmente desinteresadas que una de las ligas de barones lo ayudó a llegar al poder: Segismundo tuvo que pagar el apoyo de los señores transfiriendo una parte considerable de las propiedades reales.(Durante algunos años, el consejo del barón gobernó el país en nombre de la Santa Corona).La restauración de la autoridad de la administración central tomó décadas de trabajo.El grueso de la nación encabezada por la Casa de Garai estaba con él;pero en las provincias del sur entre el Sava y el Drava, los Horvathys con el apoyo del rey Tvrtko I de Bosnia, tío materno de María, proclamaron como su rey a Ladislao de Nápoles, hijo del asesinado Carlos II de Hungría.No fue hasta 1395 que Nicolás II Garai logró suprimirlos.